¿Quienes somos?
Breve descripción
Este es un proyecto de investigación sobre escultura monumental que trata, brevemente, de canalizar información sobre el desarrollo de la obra monumental hacia un espacio en donde las y los estudiantes de arte, sobre todo de escultura, puedan hacer uso tanto para enriquecer conceptualmente su obra como para ejecutarla con la mayor practicidad y herramientas teóricas.
Desde nuestra perspectiva la enseñanza de la escultura en las instituciones de arte necesita estar atravesada por la practica monumental, grupal y/o individualmente. Es por esto que en nuestra investigación, ademas de recolectar datos y teoría, generamos una especia de “guía” para poder desarrollar una obra monumental, confeccionada con aportes de artistas entrevistadas y entrevistados y articulada con nuestra experiencia como estudiantes/docentes.
Buscamos en la practica de la escultura monumental aquellos elementos que aportan a la sabiduría creativa, a la formación como artistas y como movilizadores de la cultura. Este proyecto es flexible, y a medida que avanzamos en las entrevistas y en la bibliografía, crece su contenido y sus posibilidades. Apostando a las experiencias regionales, nacionales y latinoamericanas, a cargarlas de su valor metodológico y a compartirlas con ustedes.
Antecedentes
La escultura es una gran parte de la historia universal, desde donde se fragmentan diferentes disciplinas y se enmarcan las obras. “El arte tridimensional” comienza con la escultura prehistórica. Las primeras obras conocidas de la Edad de Piedra son La Venus de Berejat Ram y La Venus de Tan-Tan, ambas efigies primitivas que datan aproximadamente en 230,000 a.C o antes. A partir de entonces, los escultores han estado activos en todas las civilizaciones antiguas y en todos los principales movimientos artísticos hasta el presente. Después de la escultura egipcia, las principales edades de oro en la evolución de la escultura han sido: Antigüedad Clásica (500-27 a. C.); La Era Gótica (1150-1300 aprox.); El Renacimiento Italiano (1400-1600 aprox.); y La Escultura Barroca (1600-1700).
Sobre el territorio americano, en las culturas precolombinas y los pueblos nativos, podemos observar antecedentes en las obras de gran tamaño. Siempre atravesadas por la cosmovisión de la civilización, encontramos esculturas talladas, en piedra o madera, relieves majestuosos ornamentando las imponentes arquitecturas.
Contemporáneos a los Egipcios, los Olmecas en Centroamérica, más específicamente México, y sus cabezas colosales con un peso promedio de 25 toneladas, talladas en piedra (Basalto), son un buen ejemplo para comenzar a hablar de antecedentes monumentales. Aproximadamente en ese territorio también, más cercanos al periodo clásico, con variados materiales y técnicas, los Mayas desplegaron habilidosas formas de representación, entre ellas, el relieve y la escultura, muy ligada a su arquitectura y por supuesto a sus creencias y ritos.
Un poco más arriba, en América del norte, las sociedades Amerindias tallaron en madera vistosos Tótems: centro de poder espiritual, con representaciones de animales guardianes y sus símbolos sagrados. En el sur del continente, la isla de pascua o Rapa Nui, en chile, es característica por los Moái, que corresponden al periodo del 1.500 y 1.600 d.C. talladas en piedra volcánica, con medidas desde tres a ocho metros. Este es un breve repaso, deja afuera muchas otras representaciones de otros territorios y pueblos de la amplia convivencia cultural prehistórica característica de América.
En las obras de los últimos siglos podemos observar como la colonización hizo su impacto sobre el trabajo de las y los artistas latinoamericanos, influenciadas fuertemente por los movimientos europeos. También un digerimiento y recontextualización de las vanguardias del siglo XX, es decir, aquellos conceptos que generaban estas nuevas corrientes no fueron tomados linealmente por todos los artistas Americanos, sino que fueron atravesados y transformados por nuestro territorio, dando lugar a expresiones diferentes y germinando nuevos movimientos.
Estas nuevas corrientes producirán distintos cambios en la concepción de las obras de arte, teniendo en cuenta que la representación de la figura humana se alejará dejando paso a las formas geométricas. Los escultores utilizan el expresionismo, como lenguaje para transmitir sus ideas, innovaran en las técnicas para dar protagonismo al vacío y la representación del espacio; necesitamos tener en cuenta una infinitud de puntos de vista. Además de recorrerlo visualmente, también habrá que recorrerlos con un movimiento físico.
La relación espacio-tiempo aparece planteada como la trama esencial para comprender las formas tridimensionales. Al espacio, propio de tridimensionalidad, tenemos que añadir el tiempo en el que nosotros nos movemos dentro o fuera de una escultura. Necesitamos recorrer un camino durante un tiempo para que la obra se nos ofrezca en todas sus facetas. Aspectos de los monumentos y el orden en los que va a mostrárnoslos para que entendamos las verdaderas dimensiones del alma de la ciudad.